(Los textos en cursivas son los respuestas de la Mtra. Leda Speziale)


Introducción por Miguel Eduardo González Cárdenas


Leda Speziale nace el 18 de abril de 1928. Desde sus estudios primarios muestra interés y habilidad por sus dos grandes intereses: las matemáticas y el lenguaje. Ante el asombro de sus compañeros (en aquella época) manifiesta tu vocación por la enseñanza de las matemáticas. Al egresar del bachillerato ingresa a la Escuela Nacional de Ingenieros.


Ingresé al bachillerato de ciencias matemáticas puesto que mi intensión era ser maestra de matemáticas, pero mis compañeros que aspiraban a estudiar ingeniería civil y quienes eran buenos amigos me convencieron de que entrara también a la Facultad de Ingeniería.

Ingresé a dos carreras, que en aquel momento era relativamente fácil; entré a la Facultad de Ciencias y también a la Facultad de Ingeniería. Cursé dos años ambas carreras, pero al término del segundo año tuve la necesidad de empezar a trabajar por lo que tomé la decisión de dejar la Facultad de Ciencias, pero continué en la Facultad de Ingeniería que le resultaba más agradable.


Unos años después, contrae matrimonio con el también ingeniero Ignacio Guzmán. Una de sus cualidades es la manera en que combina su carrera profesional con su vida familiar.


En 1966 inicia sus estudios de posgrado en su alma mater, la Facultad de Ingeniería y en 1970 obtiene el grado de maestra en ingeniería en la especializad de estructuras.


Su actividad profesional la desarrolló en la Dirección General de Obras del Valle de México, en la Secretaría de Recursos Hidráulicos y en la Dirección de Obras de Ciudad Universitaria. En todas estas actividades demostró, como siempre, su responsabilidad y capacidad.


Desde los 18 años muestra aptitudes para la docencia y comienza a impartir clases de matemáticas en escuelas particulares. En 1954 ingresa como profesora a la Facultad de Ingeniería y a partir de 1960 y hasta la fecha colabora en forma ininterrumpida como pate de su cuerpo docente. Actualmente es maestra emérita.


Su labor es reconocida a nivel nacional e internacional y para muchas generaciones de estudiantes, profesores, exprofesores y profesionales de diversas áreas de la ingeniería, la Mtra. Leda Speziale representa dignamente a la Facultad de Ingeniería de la UNAM, y su actividad como docente, funcionaria y profesional de la ingeniería es un ejemplo de trabajo, responsabilidad y honestidad.


Entrevista a cargo de la Dra. Evelyn Salazar Guerrero


Es interesante conocer su trayectoria, sus intereses y sus logros; partiendo de toda esta experiencia ¿Cuáles considera que debe ser las características de la enseñanza de la educación presencial?

La característica más relevante debe ser la relación entre los alumnos y el maestro; los alumnos ven, en persona, al maestro quien debe ser un ejemplo de puntualidad, de presentación, etc.

¿Qué elementos de esa educación presencial considera que son los más valiosos?

Lo más valioso de esa educación presencial, en mi concepto, es poder ver a los alumnos y poder realmente conocer lo que están sintiendo y pensando a través de su lenguaje corporal; el elemento principal es conocer este lenguaje corporal de los alumnos.

¿Cómo cree usted que influye el profesor en la formación académica de los estudiantes considerando que ellos también ven sus expresiones corporales?

Influye enormemente porque el profesor es para los alumnos siempre la representación de un ejemplo de lo que ellos serán en un futuro, por ello es muy importante que el profesor influya en los alumnos con actitudes positivas, buena presencia, con la preparación de clases, buena forma de hablar y del manejo del lenguaje. Todo esto influye en la formación de los alumnos.

Sabemos que su trayectoria es muy amplia e interesante y ha marcado a muchas generaciones de estudiantes. ¿Para usted cuáles fueron los principales retos a los que se ha enfrentado como docente?

El principal reto al que me he enfrentado es que se me permitiera dar clases en la Facultad de Ingeniería; cuando yo traté de ingresar, en la época del primer grupo que tomaría clase en Ciudad Universitaria, me enteré de que un grupo no tendía profesor de Álgebra, que para mí siempre ha sido la rama de las matemáticas que más me gusta e interesa. Entonces, lo solicité.

Cual fue mi sorpresa que el primero que se opuso profundamente fue el entonces director de la Facultad; había yo sido su alumna en la asignatura de Hidráulica y como alumna recibió buen trato de él y pensó que le estimaba mucho, pero él no quería que ninguna mujer fuera maestra en la Facultad de Ingeniería. Es fue mi reto más importante.

Después de algunos sinsabores, el profesor Adrián Giombini de Geometría Descriptiva, que en esa época era una materia no muy querida por alumnos y profesores, le ofreció su apoyo y le dio el grupo de primer ingreso a Ciudad Universitaria con la condición de que le aceptara también un segundo grupo de 100 alumnos repetidores en el Palacio de Minería. Fue un reto terrible, pero lo acepté y así entré a dar clases en la Facultad de Ingeniería.

¡Eso fue impresionante! Un grupo tan grande y además de estudiantes repetidores, es digno de aplaudirse.

Creo que ese fue uno de mis mayores retos a los que me enfrenté.

Hay muchas situaciones, como el entorno, que marcan a todas las generaciones. ¿Qué cambios ha notado usted, a lo largo de su trayectoria docente, en el cambio del siglo XX al XXI?

Realmente el cambio es notable, los antiguos estudiantes del siglo XX eran muy respetuosos. Pienso que eran un poco hipócritas porque parecían respetuosos y amables. Creo que los estudiantes actuales son más sinceros, expresan más sus emociones y si un profesor les agrada o no. Este es principalmente el cambio que yo noto entre los alumnos del siglo XX y XXI.

¿Y en cuanto a valores, considera que es importante inculcar valores a los estudiantes?

Es importantísimo inculcar valores legítimos, como la honestidad, la sinceridad, el respeto y sobre todo ser cumplidos y responsables con lo que se le asigna. Estos valores deben inculcarse para que ellos sean responsables en un futuro y que cumplan con lo que se comprometen.

La responsabilidad y el compromiso son los principales valores que deben practicar todos los estudiantes. En este mismo sentido, ¿podría compartirnos alguna experiencia en el aula?

Esta experiencia que les voy a compartir me resulta muy interesante. Sucedió hace más de 40 años. Daba yo clase a las 7:00 am y había un alumno que siempre se dormía en clase. Yo le llamaba la atención, pero noté que él quería ponerla, pero se quedaba dormido.

El tiempo pasó y naturalmente el alumno no aprobó.

Pasaron algunos años y en una ocasión en una comida familiar en un restaurante de la Av. Chapultepec; mientras comían se acerca el mesero quien les dice: de parte de mi jefe quien les envía este regalo. Era una botella de vino.

- ¿De tu jefe? ¿Quién es tu jefe?

- Ahora viene a saludarlos. Contestó el mesero

Cual sería la sorpresa que se trataba precisamente de ese muchacho que se quedaba dormido en clase. Nos platicó que era jefe de meseros, que era un cargo de meseros en su profesión, en un restaurante que era prestigiado.

Dijo que siempre ha trabajado de mesero por las noches, pero que también deseaba ser ingeniero por lo que se inscribió en la Facultad; por eso se quedaba dormido en las clases. No pudo ser ingeniero, pero en su profesión alcanzó cargos importantes. Esta es para mí una experiencia muy importante.

El ser docente permite interactuar con los alumnos y en ocasiones se puede conocer su entorno.

A veces se les puede ayudar, pero otras no. Este muchacho quería ser ingeniero. Sin embargo, es un ejemplo de cómo se puede superar una persona en su ámbito de trabajo; no logró ser ingeniero, pero sí logró el éxito en su trabajo, se superó y adquirió cargos importantes. Es un ejemplo para las personas que buscan superarse.

Estamos en una situación en la cual la educación cambió, ya no es posible interactuar físicamente con los estudiantes, ahora debe hacerse a distancia ¿Qué piensa de la educación a distancia?

La educación a distancia tiene muchas fallas, como el no poder conocer el lenguaje corporal ni de alumnos ni de profesores. Sin embargo, en una situación como la presente, en medio de una pandemia donde no debe habar clases presenciales, es lo mejor que puede utilizarse. La educación a distancia es muy valiosa.

¿Considera que se puede brindar educación de calidad?

Si se puede, con ciertas limitaciones, pero sí se puede. No he impartido clases en línea, pero he oído de mis compañeros y compañeras que se esfuerzan por hacer lo mejor, que sí se puede brindar una educación de calidad.

¿Cómo visualiza la educación después de la pandemia?

Espero que podamos volver a la educación presencial, con todas sus ventajas. Pero se habla de una nueva realidad, que hemos pasado por muchas situaciones de las que hemos aprendido y va a resultar complicado.

¿Qué sugerencias hace a los profesores que comienzan a impartir clase?

A estos nuevos profesores les sugiero, porque considero que no soy nadie para dar recomendaciones, que preparen sus clases, que no se sientan los sabios para improvisar en clase; lo importante es que el profesor prepare bien su clase. Cuando yo comencé a dar clase me preguntaba constantemente qué preguntas me harían los alumnos y cómo les respondería. Es importante preparar la clase, pero también las posibles respuestas a las posibles preguntas de los alumnos. Se dice fácil, pero no lo es, pero considero que es lo más importante para los profesores que se inician impartiendo clase. Esta es mi sugerencia principal para un profesor que inicia.

¿Qué cambios propondría en los contenidos para lograr la transmisión de conocimientos en forma virtual?

Realmente es difícil porque nunca he impartido clase en línea, pero ya sea en forma presencial o a distancia, los contenidos deben ser los esenciales y necesarios.

¿Cómo debe ser la forma de invitar a los alumnos para que sean honestos y éticos?

La mejor manera es el ejemplo del profesor frente al grupo, entregando calificaciones, siendo puntual y de otras maneras similares.

¿Cómo qué les afecta a los estudiantes en su formación tomar clases en línea?

Yo creo que si los alumnos están tomando clases en línea se puede decir que hay de dos tipos: los que realmente quieren aprender y otros que no atienden o están jugando o haciendo alguna otra cosa durante la clase; estos últimos no aprenderán nada en línea.

¿Se evalúa igual a los alumnos de antes que a los de ahora?

Para evaluarlos primero se necesita ser consciente de lo que queremos evaluar y preparar los exámenes precisamente para ello; he visto exámenes que son una pérdida de tiempo. La evaluación no es una cosa fácil, debe hacerse con mucha responsabilidad, con conciencia de que no es asignar un número para poner un número en un acta y debe ser responsable.

¿Qué cambios observa en las mujeres cuando ingresó a la Facultad con respecto a la época actual?

Cuando yo entré a la Facultad ingresaba una mujer por generación de aproximadamente 200 alumnos, cada año. Éramos muy pocas mujeres. Los alumnos eran, en lo general, muy respetuosos sobre todo porque hay actitud en la mujer en la que la actitud misma hace que se le respete y a veces la actitud misma hace que no sea muy respetada la mujer. Pero, en general, las mujeres que ingresamos en esos tiempos éramos personas que nos dábamos a respetar. Yo recibí de mis compañeros y amigos virtudes y cosas gratas en lugar de que fueran groseros. Eran muy respetuosos, pero todo depende de cómo se dé a respetar la mujer.

Ahora, las mujeres son más del 20% de mujeres en la Facultad, y también se dan a respetar la mayoría de ellas, cuando menos esa fue la experiencia entre sus alumnas, con la excepción de alguna que no se daba a respetar y por lo cual los alumnos no eran muy respetuosos con ella, todo porque no se comportaban con el respeto que todos se merecen.

¿Nos puede compartir alguna actividad o dinámica que haya llevado en su clase para fomentar actitudes o valores entre los alumnos?

En realidad, no recuerdo alguna dinámica para ello, quizás porque la memoria no me ayuda.

Entonces, les toca a sus exalumnos que comparten esta conferencia compartir esas experiencias que usted realizó durante sus clases.

¿En algún momento de la historia de la Facultad se tuvieron planes anuales? ¿Qué se ganó y qué se perdió con este cambio?

En efecto, en alguna época los planes fueron anuales. En esos momentos ocurría que, al estar todo un grupo junto durante un año, se les llegaba a conocer mejor sobre todo a los que no dejaban de asistir (decíamos que sobrevivían); al final del curso prácticamente se les dedicaba la preparación de la clase de manera que, esos alumnos la pudieran aprovechar mejor. Sin embargo, quienes desertaban sí perdían mucho.

¿Qué se perdía? Que cuando un alumno desertaba, perdía un año completo, en lugar de sólo un semestre como ocurre ahora.

¿Qué se ganó con el cambio? Precisamente eso: que los alumnos no perdieran tanto tiempo, sino que, si alguno dejaba la clase sólo pierde un semestre. Pero, a cambio, no se les puede conocer como en los planes anuales.

Hubo ocasiones, como fue mi caso, en que impartía clases seriadas, una detrás de otras, por lo que si al alumno le gustaba la clase se inscribía en el siguiente curso.

Uno de sus exalumnos menciona: el trato que tenía con sus alumnos era respetuosa y no agresiva, no era irónica ni de burla. Esto confirma que desde la forma en que se dirige a los alumnos, ellos comienzan a aprender del profesor.

Eso es muy importante: algunos profesores se dirigen a los alumnos en forma irónica y no debe ser, esto es una actitud muy negativa en un profesor. La manera de dirigirse a ellos debe ser en forma respetuosa. Esto es lo más importante y con ello se fomenta el valor del respeto, con el ejemplo como mencioné hace unos momentos.

¿Cómo estudiante participó en prácticas de campos, en donde se imagina que era usted la única mujer?

Por supuesto. Por ejemplo, las prácticas finales de topografía tenían una duración de dos meses. En esa época, 1946, lógicamente no podía asistir sola, mi madre me acompañaba; ahora esto podría causar risa, pero en ese era el contexto en esos años. ¿Cómo iba a ser posible que estuviera yo sola en un grupo de hombres? Mi mamá, que era un encanto, iba a las prácticas conmigo; alguno de los miembros de la brigada pasaba a mi casa temprano (seis de la mañana) para ir a la práctica y por la noche llegaba mi mamá para acompañarme en la pernocta, esto de lunes a sábado. Así era en esos tiempos.


Algunos de los comentarios vertidos por los asistentes son:


  • Es un orgullo pertenecer a una facultad donde hay profesores como ella

  • Son un orgullo y un honor todos mis profesores, son un icono de mi formación, y para mi entablar una conversación con cualquiera de ellos, es hablar con la UNAM directamente.

  • Un privilegio escuchar a la Mtra. Leda, quien es un ejemplo para todos. Muchas gracias por esta oportunidad.

  • De los mejores recuerdos que tengo de mi facultad, es haber tomado clases con la Maestra Leda. Es un gusto volver a verla y escucharla.

  • Lástima que nunca tuviera la oportunidad de llevar clase con usted. Sin embargo, buscaba sus asesorías individuales, siempre muy ilustrativas y didácticas. Muchas gracias.

  • Como jefa también era respetuosa y amable.

  • La labor de la Maestra va más allá de las clases. Le pido que hable de las otras importantes actividades que realizó.

Su labor va más allá de sus clases ¿Podría comentar algunos detalles de las demás actividades que ha realizado?

En realidad, tenía dos actividades importantes: la primera, impartir clase, la segunda era dar asesoría a los alumnos; tuve muchos alumnos en las sesiones de asesoría, y fueron durante años y de muchos de ellos nunca supe su nombre, pero era asiduos asistentes a la asesoría conmigo. Recuerdo a un estudiante que se paraba en la puerta del cubículo, esperando. Cuando le indicaba que era su turno le preguntaba ¿Cuál es tu duda? y él contestaba “no tengo ninguna duda, sólo vengo a visitarla y a ver cómo da la asesoría”; esta es una anécdota curiosa.

¿Y en cuanto a sus responsabilidades como funcionaria?

También fue un reto. Cuando fui coordinadora por primera vez, pues fui una mujer coordinadora de una materia, hubo un profesor que me dijo que no quería trato conmigo y si le llevaba alguna información no la recibía y la dejaba en el salón como demostración de lo que yo hacía a él no le interesaba. Hubo gente así, agresiva, que le molestaba que una mujer fuera coordinadora de su materia.

Primero fui coordinadora, después jefa de departamento y posteriormente jefa de división. Cuando me invitó el Dr. Daniel Reséndiz a ser jefa de división me pregunto si había algún problema con esto. Le respondí que sí, que soy mujer y por ello me van a atacar, pero también a él lo iban a hacer por haberme nombrado. Me respondió que lo sabía y que estaba consciente de ello, pero que estaba convencido de lo que estaba haciendo y a lo que estaba enfrentado, por eso quiso que fuera la jefa de la división.

Sabemos que también fue consejera técnica. Y también sabemos que es esposa y madre de varios hijos también muy exitosos y nos gustaría que compartiera esta dualidad con los que somos padres, madres y también profesores.

Orgullosamente les puedo decir que nunca abandoné a mis hijos. Les platico que en una época me otorgaron una medalla para profesores por parte del AAPAUNAM. Cuando le correspondió a la Facultad de Ingeniería, me nombraron para recoger esa medalla; estábamos en una mesa con el director de la Facultad en ese momento, el Mtro. Gerardo Ferrando y mi hijo que había venido de la ciudad de Querétaro a acompañarme. Cuando me nombró el rector y me levanté a recoger la medalla, el Mtro. Ferrando le dijo a mi hijo que, a él, y sus hermanos, les correspondía una pequeña parte de la medalla porque toda mujer que se supera descuida a sus hijos. Mi hijo le contestó que esa medalla era toda, entera, de su mamá, que no recordaba ni un minuto que hubiera descuidado ni a sus hermanos ni a él.

Esto no me platicó mi hijo, me lo platicó el director de la Facultad y estaba yo asombrada. Yo fui profesora de asignatura y durante mucho tiempo e impartí cuatro grupos, dos en lunes, miércoles y viernes y otros dos en martes, jueves y sábado. Entonces, dejaba yo a mis niñas en el jardín de niños y de regreso las recogía a ellas, a los hijos de primaria y volvíamos a casa. Y no me ocupaba de otra cosa hasta que ellos dormían y era entonces cuando calificaba trabajos y preparaba las clases, etc. Siempre dormí poco, pero en el día cuidaba a mis hijos y nunca los descuidé. Realmente, fui profesora carrera hasta que mi hija más pequeña (tengo dos varones y dos mujeres) entró a la preparatoria, y aún durante sus primeros dos años de estudio fui profesora de medio tiempo por ello nunca descuidé a mis hijos.

En la División de Ciencias Básicas la extrañamos, extrañamos encontrarla en los pasillos, en su cubículo. ¿Usted que extraña de la Facultad?

Extraño todo, todo de la Facultad. Mi vida está ligada a la Universidad. Yo inicié a ser universitario en 1943 cuando ingresé a la preparatoria que dependía de la Universidad. Desde entonces soy universitaria. ¿Qué extraño? Todo. Extraño mucho a mis alumnos, pero también a mis compañeros, a mis compañeras; actualmente ya hay muchas mujeres en la Facultad de Ingeniería y tengo muchas amigas y también amigos.

Extraño todo, quiero mucho a la Universidad. Les comparto que entré a la preparatoria en 1943 y tengo varios compañeros de ese entonces que hemos continuado la amistad, algunos de ellos ya se nos han adelantado, lo cual nos duele mucho, pero aún queda uno de ellos que sigue siendo mi amigo, desde 1943. Nos hablamos al menos una vez a la semana, o cada quince días, pero siempre estamos en contacto, sabemos uno del otro, de nuestras familias, de nuestros gustos y sin sabores, pero seguimos siendo amigos, desde 1943.

Tengo otro amigo que conocí ya en la Facultad, un poco más reciente, de 1945. Estos son mis “amigos los viejos”, así no llamamos, porque realmente ya estamos viejos.


La Dra. Salazar concluye la conferencia agradeciéndole la oportunidad que nos brindó para conocerla a ella y de compartir sus experiencias, y además felicitarla porque en los comentarios que han hecho los asistentes vía chat se observa el cariño que le tiene la comunidad de la Facultad de Ingeniería.


Se agradece a la Ing. Cecilia Carmona Téllez su apoyo para la realización de esta entrevista.