Formación: Es Ingeniero en Comunicaciones y Electrónica por la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica en la Universidad de Colima. Maestro en Ciencias área Telemática por la Facultad de Telemática, Universidad de Colima. Doctor en Educación, Ph. D. por la Universidad de Baja California.

Perfil: Actualmente es Profesor-Investigador de Tiempo Completo en la Facultad de Telemática, Universidad de Colima (2009- ). Coordinador Académico del programa de Ingeniería en Telemática (2000-2002). Miembro del Cuerpo Académico Cómputo Móvil (UCOL-CA65) con línea de generación y aplicación del conocimiento: Aplicaciones en Cómputo Móvil.

Áreas de interés: Cómputo Móvil, Redes Inalámbricas de Área Local, Redes de Sensores, Laboratorios Remotos, Tecnología Educativa y Aprendizaje Invertido (Flipped Learning).

Participaciones Colegiadas:

• Miembro Fundador de la Asociación Mexicana de Software Embebido (AMESE).
• Miembro de la IEEE.
• Miembro de la Federación Mexicana de Radioexperimentadores A.C. (FMRE).
• Revisor y Árbitro en diferentes revistas y congresos.
• Responsable del Laboratorio de Cómputo Móvil.
• Presidente de la Academia de Redes y Telecomunicaciones en la Facultad de Telemática.

Certificaciones:

• Capacitador Nacional para impartir el curso de Conocimientos Básicos del Programa para la Formación de Radioaficionados. Licencia No.0115. Emitida por la Federación Mexicana de Radioexperimentadores A.C.
• Certificación Flipped Learning en Español Nivel I. Licencia No.1117668. Emitida por FLGlobal.

Ingeniero en Electrónica por el IT Aguascalientes, Maestro en Ciencias Especialidad Ingeniería Electrónica por el ITESM Campus Monterrey, Maestro en Educación por la Universidad Tecmilenio Campus Las Torres y cursando su Doctorado en Educación por la Universidad Abierta de San Luis Potosí.

Ha dirigido tesis de nivel licenciatura y posgrado, e igualmente profesor del nivel licenciatura y posgrado. A nivel profesional colabora con Constructora maíz Mier S.A. como Coordinador de proyectos especiales del área de sistemas.

Presidente fundador de la Fundación Prorobótica NL, A.C. promotora de eventos de robótica en la región, así mismo miembro de RoboCup Mexican Committee in Rescue Robots, miembro de IEEE, de la FMRE y presidente de la Asociación de Radioexperimentadores de Nuevo León, A.C. sociedad miembro de la CONADE, IARU y el Sistema Nacional de Protección Civil.

Desarrollador de proyectos de tecnologías a empresas del sector manufacturero, aeronáutico y alimentarias, fondeados por CONACYT a través de PEIs.

Profesor Investigador en el Tecnológico Nacional de México Campus Nuevo León y de cátedra en el Tec de Monterrey. Ha publicado en diversos journals y revistas de alto impacto, así como participante activo en congresos nacionales e internacionales. Coach de diversos Clubs de Robótica en el estado, actualmente en el municipio de Allende; N.L. Evaluador y Coordinador de CACEI y CIEES.

Tiene diversas certificaciones profesionales vigentes en el área de Instrumentación Virtual, PMBok, Refrigeración Industrial, Automatización con PLCs, Neumática e Hidráulica Industrial, Liderazgo en Energías Renovables (Harvard), entre otras; todas ellas por diferentes casas certificadoras. En labor social actualmente colabora en el ámbito de radiocomunicación especializada con Protección Civil del Estado y Coordinador Nacional del evento JOTA-JOTI de la Asociación de Scouts de México, A.C.

Este traslado se hace sin considerar las condiciones de la clase no presencial; en realidad debe hacerse una transformación, buena o mala, que se irá afinando conforme se haga la evaluación de los cursos.

Puede sonar controversial, pero no es correcto denominar on line a las clases que hemos impartido en la emergencia. Y debe pensarse que la migración deberá ser a modelos mixtos o a otros basados en nuevas estrategias de enseñanza.

No todos los estudiantes tienen los mismos recursos para conectarse: tal vez deban ir a un cibercafé o compartir su computadora con el resto de la familia. Esta situación implica flexibilidad por parte de los profesores.

Asimismo, no se garantiza el dominio de la tecnología.

Con todo lo anterior, ¿se requiere que las sesiones sean sincrónicas? Tal vez se deberá tener los materiales disponibles a los alumnos y sólo conectarse en determinadas ocasiones.

Y, por último: ¿cómo saber si en verdad los alumnos están aprendiendo? Si esto es difícil estando en el aula, a distancia es mucho más complicado.

La evaluación no se debe detener, sin importar el modelo que se siga: diagnóstica, formativa y sumativa.

Las clases de emergencia implicaron, en muchos de los casos, la necesidad de recortar contenidos. Por esto, la evaluación diagnóstica se hace indispensable a la luz de un nuevo curso.

Se debe partir de la evaluación diagnóstica y convertirla en formativa pasa hacer un seguimiento al aprendizaje de los alumnos y comprobar que están obteniendo un aprendizaje significativo.

¿Y cómo lograr esto?

No se puede seguir haciendo lo mismo que se hacía en el aula, debe ser una práctica nueva y diferente. Debe considerar una planeación, cambio de aplicación, retroalimentación, uso del lenguaje y, sin duda, admitir que habrá apatía.

Todos los cambios deberían ser trabajo colegiado entre los profesores. Vertical y horizontalmente.

La retroalimentación es insustituible, para cada actividad y con todos los estudiantes.

Es un hecho que esta nueva realidad aumenta de forma considerable el tiempo y el trabajo de los docentes.

El profesor debe ser receptivo con los estudiantes, considerando que todos somos susceptibles en situaciones bajo estrés.

El alumno también debe saber que esta situación no implica que van a aprobar automáticamente.

La distancia trasaccional es aquella que nos impide desempeñarnos en cursos no presenciales como se hace en los presenciales. Implica sentimientos tales como establecer si se tiene la atención de los alumnos o si están aprendiendo.

Para reducirla hay que comunicar las expectativas del curso, que el alumno sepa que hay un profesor comprometido con el curso y preocupado por su éxito.

A través de materiales elaborados para tal efecto, puede medirse este éxito. Para lograr esto deben considerarse el diseño instruccional, el diseño de contenidos y la estrategia para lograr el aprendizaje.

Por supuesto, esto implica mucho esfuerzo.

En cada clase debe haber empatía, comunicación fluida, de tal forma que hay un profesor activo detrás del curso. Y esto se le debe hacer notar al alumno constantemente.

Todos deben estar permanentemente activos, en la medida de lo posible.

Esta encuesta debe proporcionar una retroalimentación, que se usará para mejorar el curso y para dar confianza al alumno al ser considerado como parte del curso.

La encuesta debe ser sencilla por enfocada a comprobar si la propuesta educativa del profesor está funcionando.

La mejor herramienta es aquella que satisface los requerimientos de curso.

Sería ideal que cada institución adoptara las mismas para que haya colaboración entre los profesores; sin embargo, esto es complicado.

Las plataformas en línea son fundamentales por todas sus funcionalidades; hay infinidad de ellas y no todas son igual de completos. Si de añaden elementos externos lo ideal es que puedan funcionar con las mismas cuentas y evitar así confusión en los usuarios.

Si bien las instituciones deberán volcarse a incluir sus contenidos en una plataforma, lo más común es que sea el profesor quien haga su elección.

Los contenidos deben ser diseñados como cápsulas de aprendizaje con el fin de hacer adecuaciones de una forma práctica.

La gamificación ha demostrado su eficiencia para conservar la atención de los alumnos.

Es altamente recomendable diversificar la evaluación, no recargarla en pocos elementos.

En esta propuesta, el profesor se convierte en un curador de contenidos, plasmando en los videos cortos lo indispensable para cumplir con el objetivo de aprendizaje.

Debe haber una actividad por cada video (cuestionario, síntesis, etc.) y todas deben ser analizadas conforme se van programadas, a la par del trabajo de los alumnos.

En una sesión sincrónica puede hacerse una retroalimentación general y con base en esta y las diagnósticas del tema, conformar la evaluación sumativa.

En esta propuesta se coincide que haya una introducción corta, y que todos los videos sean igualmente cortos.

Se propone que sean los alumnos quienes detecten o elaboren videos u otros contenidos. El profesor debe verificar la pertinencia de estos contenidos.

Las actividades complementarias aportan el conocimiento sobre el desempeño del alumno o del estudiante; no necesariamente son grandes actividades, son significativas. También abonan a la presencia del profesor como un motivante para los alumnos.

Los asistentes a esta conferencia ya tienen experiencia, ya pueden tener su propia propuesta.

Resta discutir sobre la consideración de laboratorios y talleres, y aunque ya hay muchas opciones, no todas son accesibles para profesores y alumnos.

La implementación de una estrategia es un reto para cada profesor; debe buscarse que sea agradable al alumno y que él este consciente que el profesor está al tanto del curso, de ahí la importancia de las retroalimentaciones.

La búsqueda de estas condiciones implica que el profesor está haciendo su máximo esfuerzo.

Es muy pertinente que los profesores hagan sinergia trabajando en equipo.

(Se recomienda revisar el video de la conferencia para observar la propuesta y su funcionamiento).

(Se recomienda revisar el video adicional para observar la propuesta y su funcionamiento).

La plataforma constituyó un medio de contacto en tiempo real (acotado) con los alumnos.

(Se recomienda revisar el video de la conferencia para observar la propuesta y su funcionamiento).

La mejor plataforma es la que mejor se adapta a la práctica del profesor, pero se recomienda que sea la de más fácil acceso para los alumnos.

El éxito es lograr la empatía con los alumnos, tal y como lo hacen los influencers.

Estas son las recomendaciones mínimas que se pueden hacer para quien se inicia en este modo de educación.

Esta es una propuesta de métricas para determinar la eficiencia del curso.

Deben aportar el conocimiento sobre si el curso está cumpliendo con sus objetivos (que puede ser con la evaluación sumativa) pero además decirle al profesor la opinión de los alumnos constante y oportunamente.

El convertir la evaluación diagnóstica en formativa permite medir del aprendizaje real de los objetivos académicos del curso, y con base en esto elegir las herramientas adecuadas para alcanzar estos objetivos.

¿Cuál ha sido el mayor fracaso? El copiar modelos que no se ajustan a nuestras características culturales sólo porque en otros contextos han sido exitosos.

El éxito está en establecer claramente los objetivos de aprendizaje y, con base en ellos determinar cuál es la mejor herramienta para cumplir con ellos.

Los profesores consumen mucho tiempo. Sí, por eso debe ser un trabajo en equipo. Se puede iniciar con contenidos existentes y poco a poco ir creando contenidos propios y al mismo tiempo, en función de las opiniones de los alumnos, ir modificando o adecuando a lo largo del tiempo.

La tecnología per sé no es la solución, debe ser la pedagogía y la tecnología juntos la solución.